Implicado en el día a día de la comunidad y al servicio de sus vecinos, el tatarabuelo Sandalio (1815-1889) tuvo una corta pero destacada labor como edil municipal al comienzo del último cuarto del S. XIX en aquella pequeña e importante ciudad andaluza, Marbella, a la que llegó siendo Carabinero y en donde fijó su lugar de residencia para formar una de las familias más prolijas del lugar: los Chicote Beltrán.
Son los años entre la corta e inestable I República federal española y los comienzos de la restauración monárquica, enmarcados en el denominado Sexenio Democrático (1868-1874) que terminará con el pronunciamiento del general Martínez Campos y con la que saltará por los aires la ansiada libertad e igualdad que efímeramente se disfrutara en España. Menos mal que el tren de la ferrería y la recién creada sociedad minera Marbella Iron Ore Company & Limited animará por entonces la maltrecha economía local que tanta crisis sufría en décadas anteriores.(1)(2)
Una nueva lectura de la serie documental de Actas Capitulares del consistorio marbellí entre los años 1874-1877 y digitalizadas por el Archivo Histórico de Marbella nos revelan pasajes de la vida económica, social y política local en la que nuestro antepasado protagonizará algunas páginas, aspectos que si bien para el gran público puedan ser de insignificante calado, encierran un gran valor histórico-sentimental y familiar al conocer los asuntos que requirieron su atención y en los que anduvo ocupado algún tiempo de su vida.
Sus responsabilidades como gestor municipal comienzan el 4 de febrero de 1874, una fría mañana invernal en la que Sandalio es nombrado Regidor de Marbella. Elegido por el Alcalde y los Concejales, sus compañeros electos de la corporación municipal, comenzará a tomar parte en las sesiones cabildicias para discutir y aprobar los reglamentos municipales, colaborar estrechamente en diferentes comisiones que supervisaban las labores del Ayuntamiento y promover, junto con los también nombrados Síndicos, la defensa de los intereses del pueblo.(3)
Este cargo se desempeñaba por espacio de tres años y en breve tendrá su primera ocupación integrando la comisión de abastos y repesos en compañía de los también regidores Antonio Céspedes y Antonio Álvarez y del Teniente de Alcalde Salvador Rodríguez, al frente de dicha delegación municipal.
Por entonces se reorganizaba la estructura de personal del Ayuntamiento en la que su Alcalde mantendrá a gente de su confianza con el nombramiento de depositarios, destituyendo al guarda celador, contratando nuevos albañiles, peritos de carpintería, encargados del alcantarillado y a los Alcaldes de barrio, “debiendo cesar a los que actualmente egercen [sic] dicho cargo y no sean de los elegidos”, para continuar con la designación de los miembros de la policía y demás profesionales que formaban su equipo operativo.
La comisión de abastos y repesos, de la que forma parte Sandalio, tendría la finalidad de vigilar, en defensa de los consumidores, lo que ahora conocemos como control metrológico del sistema de pesas en los mercados, velando por la calidad y los precios de los productos que allí se vendían, controlando el fraude y la adulteración de las cosas. También examinarían los alimentos y supervisarían que las transacciones de bienes se realizasen entre productores y consumidores en el marco legal reglamentario.
Puesto del mercado en la plaza de la Verdura, justo detrás estaba el antiguo matadero. Finales S.XIX. Historia de Marbella. Francisco Javier Moreno.
A finales de abril Sandalio presentó un escrito en representación de Dña, Mª del Carmen Martín y hermanas, dueñas de la casa en la calle Aduar destinada a la escuela de niñas de Marbella en solicitud de un “aumento del inquilinato” del edificio hasta los 180 reales mensuales, incremento que ya había demandado en septiembre de 1872, acordando el Ayuntamiento comunicarle que no era posible acceder a la petición hecha hasta primeros del mes de julio “a los efectos de realizar la correspondiente alza en la relación de Instrucción Primaria del presupuesto municipal para el ejercicio entrante.”
Escuela de niñas en la calle Aduar, 4. Años 1860-primeros años del S.XX.4 Foto de la publicación "La enseñanza liberal en Marbella (1833-1936)" escrito por D. Antonio Rodríguez Feijóo.
Deducimos que Sandalio, ejerciendo funciones como Regidor, se entrevistaría con la propietaria de la casa, interesándose por su asunto e intercediendo por ella en su recurso para lograr el aumento de la renta que una vez más solicitaba al Ayuntamiento y de la que no obtuvo respuesta satisfactoria en ese momento.
El 24 de mayo como Concejal junto a Antonio Céspedes y a Salvador Rodríguez Teniente de Alcalde, formarán la comisión que redactará el presupuesto municipal para 1875. En ese mismo día, el Ayuntamiento nombrará a su hijo, Prudencio Chicote Beltrán, ayudante de la escuela de niños de Marbella regentada por D. Vicente Otero.
Durante el verano de 1874 la municipalidad de Marbella está preocupada por “la seguridad individual y la custodia de la propiedad por continuas noticias de que un grupo de malhechores merodea por el mismo y pueblos cercanos llevando el terror a las clases laboriosas y acomodadas que precavidas por las alarmantes versiones que circulan se encierran en estas localidad temerosas, que saliendo a sus haciendas puedan ser maltratadas por los causantes que la acechan, acuerda por unanimidad crear un cuerpo de orden público compuesto de diez vecinos de reconocida actitud y honradez, destinados a la custodia de la localidad y su término y que de entre éstos se elijan a dos cabos encargados del servicio que han de desempeñar en el pueblo y en el campo con el haber de 8 reales cada uno y siete reales el resto de la fuerza y que para el cumplimiento de sus deberes se forme un reglamento especial por una comisión del Ayuntamiento compuesta de los señores Alcalde Presidente, del primer Teniente de Alcalde D. Salvador Rodríguez, del Síndico D. Antonio Céspedes y del Concejal D. Sandalio Chicote, al cual habrán de sugetarse [sic] estrictamente debiendo incluirse en el presupuesto municipal del presente año económico el gasto que por todo concepto ocasione esta fuerza”.
El 6 de septiembre varios vecinos presentan instancia para integrar esta fuerza de orden público y días más tarde, el periódico malacitano “El Popular” en su edición de 5 de octubre reproducía la noticia de la captura de una banda de 12 malhechores en la serranía por el Comandante militar de Ronda, población cercana a Marbella y que, con cierta probabilidad, fuese la que amedrentara a la población. Recordar que la III Guerra Carlista (1872-1876) está en pleno apogeo y aunque tuvo especial desarrollo en el Pais,Vasco, Navarra y Cataluña, por toda España proliferaron estas bandas calificadas por la prensa como bandoleros (5)
A comienzos de 1875, el Alcalde Pedro de Artola y Villalobos solicitó del Pleno municipal, una vez fue leído el decreto del Ministerio de la Regencia con la proclamación del rey Alfonso XII, el acatamiento, fidelidad y lealtad a su persona como legítimo monarca, acuerdo suscrito por aclamación y unanimidad de los presentes. Durante tres días y tres noches se celebraron actos festivos por este motivo luciendo Marbella iluminación y colgantes alegóricos.
Firmas de Sandalio Chicote en las actas capitulares (1874-1877)
A mediados de enero y dado el lamentable estado de las cañerías públicas el Ayuntamiento acordó proceder a su reparación. Previamente serán reconocidas por una comisión compuesta por el tercer Teniente de Alcalde, Salvador Delgado y los Concejales Manuel Reyna y Sandalio Chicote, “asistidos del maestro fontanero dando cuenta de la obra que se necesiten”.
En la siguiente reunión de la Corporación, esta comisión informa de las tuberías que debían ser sustituidas, manifestando “haber evacuado y reconocido la necesidad de reparar algunos tramos en que la toba entorpece el curso del agua así como poner 18 puertas a igualdad número de alcantarillas para que sea más fácil el reconocimiento y distribución de las aguas destinadas al consumo público y al riego de las huertas y el Ayuntamiento acordó se haga la obra de reparación en los tramos obstruidos y se prorrogue para cuando haya medios la colocación de las puertas en las alcantarillas cuya necesidad reconoce.”
Plano de Marbella 1874 – Instituto Geográfico Nacional
Este asunto se volverá a tratar en la sesión de veinticinco de julio dando cuenta “del estado de descomposición en la que se encuentra la cañería pública que conducen las aguas potables a esta ciudad, las fuentes de que surte este vecindario, el empedrado de las calles más céntricas...”, siendo conocedor el Ayuntamiento de la necesidad de su reparación en cuanto dispusiera de fondos económicos, “por lo que interesa al servicio de estos vecinos y a la Salud Pública”.
El 24 de febrero de 1875 se convoca un Pleno Extraordinario en el que, por decreto, el gobernador civil nombrará un nuevo Ayuntamiento cesando a los ediles y otorgando nuevas credenciales. A la renovación de cargos asistió Sandalio pero en el oficio no figuraba su nombre exacto...”mas como estos nombres no guardan exactitud con los que figuran al margen del oficio de que se ha dado cuenta de que lo son D. Luis Chapeto Peña ¿? para primer Teniente de Alcalde y D. Sandalio Chicote Romero y D. José Fernández Correa para Regidores, los expresados señores se retiraron sin tomar posesión, acordando el Ayuntamiento consultar estas diferencias a la autoridad superior civil de la Provincia...”
Cuatro días más tarde, el 28 de febrero en nueva reunión del Ayuntamiento se reunió la corporación recién elegida por el Gobernador Civil y previa citación acudió el tatarabuelo Sandalio siendo en el acto nombrado Regidor segundo “según oficio de veintiséis del corriente de que se ha dado cuenta, y habiéndosele entregado sus respectivas credenciales...” , recibiendo el encargo de formar parte de la comisión de abastos, fielato, almacén y mataderos, junto a Miguel Belón Torres.
También se hará cargo de la comisión de Policía Urbana, compartiéndola con Juan Villada Bautista, Juan de Zayas Duarte y José Fernández Delgado. En la misma “se discutió la necesidad y conveniencia de crear un cuerpo de orden público, fundado en las mismas razones que asistían a la anterior municipalidad que acaba de cesar...” en las mismas condiciones (1 cabo y 4 individuos, a 8 y 7 reales diarios de salario).
Una nueva sesión ordinaria tendrá lugar en la Casa Capitular el once de abril de 1875 en la que, entre otros acuerdos, se nombra a Sandalio Chicote Fernández como vocal de la Junta Local de Primera Enseñanza “en observancia de lo dispuesto por Real Decreto de diecinueve de marzo último, a cuyo cargo aceptó”.
Aún quedaba supervisar las cuentas del ejercicio económico 1867-68 presentadas a examen por el depositario D. José Ruiz Belón, y una vez más Sandalio es nombrado miembro de la comisión que procederá a su estudio, elevando su juicio escrito sobre las mismas. En la siguiente sesión de 16 de mayo, y de acuerdo con su dictamen, las cuentas fueron aprobadas “poniéndolas de manifiesto treinta días, remitiéndolas después a la Excma. Diputación Provincial para que se sirva darles el curso correspondiente.”
Con idéntica finalidad, el 30 de mayo vuelve a constituirse la comisión que revisará y examinará las cuentas del año fiscal 1869-1870 en el que el tatarabuelo volverá a informarlas en compañía de Juan Villada y del primer teniente de alcalde, José Fernández Correa, “con cuyo dictamen, si resultara conforme, serán en su día aprobadas librándose en su caso a dicho Depositario el oportuno certificado del acuerdo en que lo sean.”
El 27 de junio se calcula la diferencia entre los ingresos por consumos de cereales, sal, carbón y pescado y el presupuesto municipal, existiendo una importante diferencia cifrada en 12.335 pesetas, “que no se prestaba a un arreglo equitativo y racional y con sujeción a los nuevos tipo de la tarifa reformada, se extendió la correspondiente acta...”, por lo que el Ayuntamiento acordó instaurar un “Fielato de recaudación y depósito en la planta baja de la Casa Capitular nombrado “Fiel” a D. Sandalio Chicote y Fernández con el sueldo de tres pesetas diarias y a los empleados D. José Leyro Leyro, D. Francisco Canero Sánchez, Antonio Villada Bautista y Juan Arauna Porras...”
“...cuya medida se publicará por bando para conocimiento del público, previniendo el cumplimiento de la instrucción...”. El fielato se establecía físicamente en las siguientes zonas“....y confluye en los caminos de Estepona y Fuengirola viniendo a la desembocadura de la calle Puertas del mar y continuando por la plazuela de la Verdura, calles de la Gloria, Nueva y Plaza, y los del camino de Ojén, por el puente de Málaga a la calle de Mendoza, plazuela de Altamirano, calle de Misericordia, S. Juan de Dios, plazuela de la Verdura, calles de la Gloria, Nueva y Plaza.”
A trece de febrero de 1876, Sandalio es nombrado temporalmente Síndico accidental para cubrir la vacante por grave enfermedad de su titular D Antonio Céspedes Tapia.
Formará parte de la comisión que conferencia con el Excmo. Gobernador Civil de la provincia para dar cumplimiento a su invitación designándole al efecto y al Sr. D. Juan Bautista de la Torre, y asignándoles una dieta de 30 reales diarios a cada uno para gastos de viaje que se cubrirán del capitulo de imprevistos del presupuesto municipal.
Aun en 1877 Sandalio Chicote es Concejal de Marbella. El 7 de enero de ese mismo año el Pleno Municipal le confiere poderes ante notario a los efectos de emprender viaje a Madrid para percibir de la Caja General de Depósitos 18238 pesetas y 57 céntimos que debía ingresar las arcas municipales correspondiente al 80% de capital e intereses por bienes enajenados hasta finales de 1868 cuyas cartas de pago obraban en poder de D. Javier Domínguez y Peralta vecino, de profesión contador, residente en la capital de España, y autorizándolo para firmar el recibí y dando los resguardos que se le exijan a nombre de este Ayuntamiento como su representante legal (6)(7). Este asunto había sido iniciado el 8 de agosto de 1875 en el que se autorizaba al Sr. Alcalde a solicitar el reintegro de esta elevada cantidad sin haber sido posible su cobro.
En febrero se dio cuenta de una instancia que el 30 de enero había presentado el vecino Francisco de Paula González reproduciendo otra de 28 de noviembre de 1875 por la solicitaba reformar el empedrado de la calle Plazuela de San Bernabé al provocar daños a su casa situada en el número 11 “por no ir las aguas llovedizas por el centro de la misma y si por la fachada de este edificio a cuyo punto está situada la reguera por donde corren las aguas y que el plano inclinado que forma y ocasiona aquellas cuyo defecto atribuye a las gestiones de D. Antonio Domínguez con objeto de evitar, se pusiese un escalón más a la puerta de su casa y del cual González no reclamó en tiempo por que [sic] en la época que tuvo efecto el empriedro se encontraba en Madrid” El Ayuntamiento acordó que la Policía Urbana reconociera el tramo y se emitiera informe para su dictamen en la sesión siguiente, el cual no fue consignado por olvido.
Los concejales Antonio Céspedes Tapia y Sandalio Chicote Fernández manifestaron que ambos fueron acompañados del tercer teniente de Alcalde Juan Villadas, ya fallecido, y practicaron reconocimiento de las causas que ocasionaban esos daños encontrando la reguera que efectivamente se hallaba inmediata a la casa de González y no en el centro de la calle como debiera “lo cual le ofrece los perjuicios que manifiesta, siendo por tanto de opinión que debe reformarse el empiedro de un modo conveniente, acordando el Ayuntamiento de conformidad con la comisión sin perjuicio de oir a D. Tomás Domínguez Artola”
A primeros de marzo de 1877 se elige nuevo Ayuntamiento, poniendo fin su trayectoria como edil de la corporación a la que modestamente contribuyó.
Desconozco si dio mucho de sí la comisión de abastos en la que participó; tampoco si Dña. María Martín consiguió el aumento del alquiler de la casa donde estaba la escuela de niñas. Ni siquiera si aquel vecino, de Paula González, quedó satisfecho con la solución del imbornal en la que el tararabuelo Sandalio opinara; acaso si pudo recaudar suficientes arbitrios en el fielato, pero para la genealogía familiar cualquier detalle de la vida pasada, saber qué diablos pasó por la cabeza de los antepasados y a qué asuntos dedicaron sus esfuerzos es uno de los tesoros más valiosos que alimenta constantemente las ganas de investigar y cuyos frutos, premios hallados en forma de testimonios documentales de sus nítidas huellas, colman la ansiedad de la búsqueda, a la que de forma recurrente acudimos en un intento de volver a saciarnos.
1BERNAL GUTIÉRREZ, José. La Marbella del Sexenio Democratico (1868-1874). [en línea] Grupo de Investigaciones Históricas Andaluzas. Universidad de Malaga. Revista Cilniana. [11/10/2017] PDF < https://goo.gl/NNJE43 >
2BERNAL GUTIÉRREZ, José. “La interrelación demografía-economía de la Marbella del Sexenio Democrático” [en línea]< https://goo.gl/hMha7C > [11/10/2017] PDF.
3http://www.marbella.es/archivo/fondo-historico/0-gobierno-concejo-ayuntamiento/contenido/download/4313_7b8eedfb3004cdd90170f14185725b6e.html
4https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10210143942381699&set=gm.1295694187125867&type=3&theater
6AMMB. Actas Capitulares 1877. PIEZA 0.02.00 AMMB 21 01
http://www.marbella.es/ARCHIVO/fondo-historico/0-gobierno-concejo-ayuntamiento/contenido/download/4327_5c903eddca54db109b887f7976589ec5.html
7La Correspondencia de España : diario universal de noticias: Año XXI Número 4732 - 1870 noviembre 8 , pág 4. [en línea] <https://goo.gl/Q6Fv2B > [JPG/PDF]
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