Nota marginal del acta matrimonial de los abuelos 5º, Juan Chicote y María Arjona (Osa de la Vega – Cuenca. 5 de febrero de 1780)
Ya nos lo decía nuestra amiga Cristina López-Trejo Díaz, investigadora, experta en genealogía e historia familiar: “La genealogía no es fácil pero además de muchas satisfacciones te desarrolla una cualidad que creías habías perdido, la paciencia!!!!!!. A todas las personas que desean realizar su genealogía les aconsejo que no desistan en el primer intento ……..todo se andará……con paciencia todo se encuentra……..o no!!!!“(1)
A todos nos ha pasado....perder la pista....tener paciencia...y un día, ¡¡o no!!!, aparecen los antepasados. A veces las desgracias son de mayor calado y superan con creces el paso de aquella polilla que se comió el nombre de tus ancestros, o el del hongo que pudrió el papel e hizo desaparecer lo escrito, quedando tan solo un tenue vestigio de quienes fueron...esa nota marginal que al menos asegura que tus abuelos 10º se casaron allá en el S. XVI y de forma milagrosa, al descubrirlo, te entra esa carita de satisfacción que nadie te quita y que dura para siempre.
Paciencia, mucha paciencia, eso es lo que quedaba sin esperanza de avanzar, mejor dicho “retroceder” hacia el S. XVIII en la investigación familiar; lo que se dice “estar total y absolutamente bloqueado”, ese muro de pantalla creado por desconocimiento, esa hipótesis que no puedes contrastar, la consulta y dato que te falta para reconstruir y seguir “tirando del hilo”...
Y así sucedía con los antepasados del tararabuelo Sandalio Chicote Fernández, natural de ese pequeño pueblecito de La Mancha, desgraciadamente famoso por aquel “Crimen de Cuenca” de principios del S. XX pero que quisiera recordarlo como el lugar donde se venera al Santo Rostro o sucediera el encantamiento de Dulcinea, la amada del Quijote...o donde mucho antes los romanos abrieron minas de lapis especularis.(2)
No había forma, y es que desde el sofá del salón de casa, ya no se podía avanzar más. Daba igual estar “en cholas” o “bien vestido”, afeitadito o no; era materialmente imposible obtener más información sobre sus antepasados. Me consideraba afortunado al averiguar su nombre y su lugar de nacimiento, descubiertos un día en el acta de bautismo de su nieto, mi abuelo materno, documento que conservo en casa como “oro en paño”.
Extracto del acta de bautismo del abuelo materno Manuel de Luque Chicote, nieto materno de Sandalio. Marbella 1885.
Es más, después supe muchos detalles de su vida al conseguir su hoja de servicio en el Archivo Militar de Segovia y con la colaboración del buen amigo e historiador malagueño, José Luis Casado Bellagarza, ampliarlos en su etapa como jefe de material y de ganados de la colonia de San Pedro Alcántara (Marbella) que promoviera, dirigiera y fundara el Marqués del Duero, población en la que a partir de mediados del S.XIX se estableciera Sandalio y creara la familia Chicote Beltrán.
Sin querer, escribiendo y compartiendo lo que sabia del tatarabuelo sobre su paso por la primera guerra Carlista, allá por 1840-1850, un día apareció su nombre en la Wikipedia sobre Osa de La Vega (3), su pueblo natal, como “personaje ilustre”, cuya referencia documental asombrosamente es este blog. Vaya, vaya,....alguien, al que agradezco sinceramente, consideró relevante su persona como “ilustre Osense” y tomó como cita lo aquí escrito con carácter familiar.
Pero ¿quiénes eran los padres de Sandalio? Si no resolvía esa cuestión, ni por asomo pensar en los demás ancestros; el caso estaba cerrado “a cal y canto”. No podía ir a Osa de la Vega, presentarme y preguntar, así “por la cara”, por Manuel Chicote y Antonia Fernández, sus progenitores, nacidos a finales del XVIII, y de paso indagar en sus antepasados. Tenerife está muy lejos de Cuenca, aún no hay acceso a registros parroquiales digitalizados de esa villa manchega y por tanto no se presentaban las condiciones ideales de una cómoda investigación.
Pero algo milagroso acaba de suceder, algo extraordinario que no sabré calificar. Un ángel llegado del cielo se presentó ante mí, “un querido y muy querido primo del alma”, aunque el parentesco lo establezcamos allá por el S. XVII.
José Canga Carrasco me escribió recientemente una preciosa carta que me hizo emocionar sobremedida. Aficionado como el que les escribe a la genealogía e historia familiar, y de paso autodidacta en la materia, mi muy estimado amigo también tiene antepasados con el apellido Chicote en Osa de La Vega, su pueblo natal al que, cuando puede, visita para compartir unos días con sus vecinos.
Reseña del apellido Chicote que nos envió el primo Alfredo desde las islas Filipinas. Sandalio, nuestro tatarabuelo, está presente en la misma.
José ha dedicado sus esfuerzos por ir desgranando, a base de minuciosas y detalladas consultas en los archivos parroquiales, su relación de antepasados de esta población y de otras de los alrededores alcanzando los albores del S. XVI. Según sus palabras encontró entre los mismos a ”María Chicote, nacida en la segunda mitad del siglo XVII, hija de Juan Chicote y María Rodríguez. Es muy lejana, por lo que es difícil que podamos conectar nuestros árboles, pero es muy probable que tal conexión exista”. Así nos lo narró José.
Sin índices, “a pelo”, página tras página indagó en los libros sacramentales localizando datos de mi genealogía que no dudó ponerme en conocimiento. Me echo una mano...más bien las dos ¡y el alma entera! Tras varias horas halló varias partidas útiles que nos han permitido ampliar el árbol genealógico.
Sandalio nació un 3 de septiembre de 1815, registro que conocíamos por su expediente militar. Fue D. Adrián de Bustamante quién lo bautizó y crismó en la iglesia de la Asunción dos días más tarde, dato que nos aportó José en su investigación. Es hijo de Manuel Chicote y de Antonia Fernández ambos naturales de Osa de La Vega. Nieto paterno de Juan Chicote y de María Arjona, también nacidos en Osa. Por parte materna es nieto de José Fernández, natural de Villarejo de Fuentes y de la oscense Isabel López. Su “madre a pila”, es decir, su madrina, fue María Gómez, de Osa.
Nota marginal del acta de bautismo de Sandalio. Año 1815. Campos de cereales en Osa de La Vega. Autor: José Canga Carrasco.
Continuó la búsqueda y localizó la partida del sacramento matrimonial de sus padres. El 7 de enero de 1805 Manuel Chicote contrajo nupcias con Antonia Fernández, siendo los testigos de esta boda Pedro Catalán, Sebastián Chicote y José Moreno.
Descendió al ansiado siglo XVIII, frontera insalvable para muchos cuando buscamos firmes vestigios de nuestros antepasados y de nuevo en un libro de matrimonios halló el celebrado el 5 de febrero de 1780 entre los abuelos paternos del tatarabuelo Sandalio. Juan Chicote y María Arjona, ambos de Osa se unieron ese día. Juan, hijo de los osenses Diego Chicote y de María Valero (ella había fallecido), y María, hija de Francisco Arjona, natural de Villaescusa de Haro y de Josefa Álvarez de Osa de La Vega. Fueron testigos Xabier Fernández, Miguel Serrano y D. Juan Manuel de Lara.
Al fondo, vista de La Horadada, la montaña de Osa donde están las minas romanas en las que se cayó Sancho Panza con su asno cuando salía de la ínsula Barataria. Autor: José Canga Carrasco.
Veinte años antes lo habían hecho sus bisabuelos paternos: el 21 de diciembre de 1760 contraen matrimonio Diego Chicote y María Valero. Él, hijo de Diego Chicote (fallecido) y de María Martínez y ella, hija de Sebastián Valero y de Catalina Rodríguez. Actuaron como testigos, José Valero, Diego de Lara, Pedro Carrascosa y “otros muchos”.
Diego, agricultor manchego, declaraba lo recogido en Tresjuncos, población limítrofe con Osa de La Vega, aspectos que también ha sido documentado por nuestro buen amigo José.
Hoja del libro de tazmias 1772-1775
Entre estos antepasados Chicote y los testigos de bodas y bautizos van surgiendo apellidos propios de los pobladores de la zona: Catalán, Valero, de Lara... como los que portaba uno de los “últimos de Filipinas” nacido en 1876 en Osa de La Vega, Gregorio Catalán Valero, al que el pueblo dedicó una escultura o uno de los erróneamente ajusticiados en el Crimen de Cuenca, Gregorio Valero.(4)
Desde 1589 y en la cercana población de Villar de Cañas de Cuenca aparecen los primeros bautizados con el apellido “Chicota” que recoge el indice del Libro de Matrimonios conservado en su archivo parroquial (1588-1656)y que podrá ser el punto a donde algún día lleguemos atando cabos.(5)
Por fin hemos podido dar un gigantesco salto cualitativo hacia el pasado y con inusitado asombro asisto y añado nuevos apellidos y poblaciones a la historia familiar (Arjona, Álvarez, López, Gómez....Villarejo de Fuentes, Villaescusa de Haro); lo descubierto me tienen entusiasmado. En genealogía todo se aprovecha, incluso nombres de padrinos y testigos de estas actas que José nos ha aportado y que valen su "peso en oro".
Escudos municipales de Villaescusa de Haro, Osa de la Vega y Villarejo de Fuentes.
Sabemos que descubrir antepasados y realizar investigaciones genealógicas son asuntos personales en los que normalmente sólo se invierte tiempo para buscar datos y registros de familiares. Sin embargo la extraordinaria ayuda de José hacia mi genealogía es de incalculable valor; jamás podrá ser cuantificada como se merece. Por ello le estaré eternamente agradecido y en la próxima vida que nos toque vivir al menos pueda reconocerlo más allá de ser “mi querido primo lejano de Osa de la Vega en el siglo XVII”.
Gracias Pepe.
1 https://www.facebook.com/GenealogiasCanarias/posts/1126562660747428:0
2 http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000053902&page=1
3 https://es.wikipedia.org/wiki/Osa_de_la_Vega
4 http://cuenca.portaldetuciudad.com/es-es/informacion/los-ultimos-de-filipinas-014_107_2_453.html
5 http://www.villardecanas.es/oscartorero/fomanuscrito.gif
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