Julio Isidro González (1892-1950), Sargento de la 1ª Compañía del Batallón Expedicionario Tenerife Núm. 64. Guerra de Marruecos. Beni Sain. Año 1925. Colección familiar de sus descendientes.
Los expedientes militares personales son documentos para la consulta genealógica de extraordinario valor que atesoran los detalles de la vida castrense de muchos antepasados, presentando en algunos casos y junto a la hoja de servicios, ricos anexos con actas matrimoniales, copias de bautismo, certificados de defunción y otros documentos de sumo interés para su estudio.
Sin embargo no recogen ni las emociones ni los sentimientos de sus protagonistas y mucho menos lo vivido en aquellas situaciones límite en las que estuvieron realmente en peligro y donde quedaba a prueba su capacidad de sufrimiento y resistencia.
Y eso fue lo que hizo Julio, contar lo que sintió en uno de esos difíciles momentos en el reverso de la fotografía que en aquel año de 1925 enviara a su hermana.
Antes de finalizar la guerra de Marruecos (1924-1927), Vicente Juan de Vera Marrero, más conocido por “Vejota – (V.J.)”, soldado de la oficina de campaña y cronista que participara en los primeros meses de la contienda, escribió “Los Soldados de Infantería de Tenerife en Campaña - Cartas desde Marruecos”.
A través de la correspondencia enviada periódicamente a su amigo, Adolfo Febles Mora, director de “La Gaceta de Tenerife”, narraba, además del diario de operaciones militares, las penurias y la incómoda situación de los soldados que formaban el batallón expedicionario núm. 64 y al que el pueblo de Tenerife colmó en atenciones, cariño y sustento.
En enero de 1925, cuatro meses después de su llegada a Nador y Larache, Julio Isidro González, sargento de la 1ª Compañía, es destacado a una nueva posición en la avanzadilla de la fortificación de Beni-Sain, en la región de Yebala. Está al mando de la misma en primera línea de combate y en unión de un cabo y 12 soldados, exactamente como Vejota contaba en su publicación a través de la crónica que le envió el día 29, el cabo oficinista, Juan Cabello Aragón.1
Julio permanecerá algún tiempo en ese emplazamiento, fortificando y resistiendo la posición, pues está sometido a la constante presión que día y noche ejerce el enemigo.
Haciendo uso de una virgulilla muy particular (~) y buena caligrafía, le describe a su hermana la angustiosa situación que sostiene, mencionando el número y clase de soldados que le acompañan en el destacamento y que coincide exactamente con la observación de Vejota: "1 cabo y 12 soldados".
“querida hermana. Desde...
montaña, donde me encuentro destacado de
[esde] enero en compañía de 1 cabo y 12 soldados
[Teneri] fe, en cuyo sitio ronda el peligro en todo momento”....
El inmenso silencio que les invade durante horas de extrema tensión solo se interrumpe por el graznido de los cuervos, apreciación en la que Julio Isidro y Vejota coinciden nuevamente, sirviendo como ejemplo la similar situación que se vivía en la avanzadilla de Naimén.
“donde no se percibe más ruido que el gra
[nido de l]os cuervos que revolotean alrededor de sus p”
Julio concluye su breve carta narrando con extrema crudeza este episodio en el que literalmente “se estaban jugando la vida”, dándole una escalofriante descripción a su hermana de lo que sucede a fin de que ésta se hiciese una clara idea de cómo y dónde se encuentra.
“[z]umbido de alguna bala que de vez en c[uando]
[pa]sa silbando por encima nuestras cabezas; te
pequeño recuerdo en el cual aparezco con l[os]
[]es y te des una pequeña idea de lo que es [la]
[]campaña, donde la noche del 11 de este mes...”
Julio Isidro Gonzalez. Copia restaurada. 1925. Portada del libro “Los Soldados de Infantería de Tenerife en Campaña. Cartas de Marruecos”
Evidentemente nada de lo aquí revelado está, ni tenía porqué estarlo, en su expediente militar, pues solo eran sus pensamientos, sus impresiones, en definitiva... ¡lo que Julio auténticamente sentía!, emociones que no tenían cabida en el frío papel oficial de una hoja de servicios.
Destacar que el mencionado expediente no recoge ningún nombre de los primeros emplazamientos en los que estuvo desde su llegada a Marruecos y que gracias a Vejota y especialmente a su colaborador, Juan Cabello Aragón, hoy sabemos que Julio Isidro escribió esta carta en el puesto de la avanzadilla de Beni Sain.
Una lástima desconocer lo sucedido exactamente aquella noche del 11 pero llegará el día en el que lo sepamos; todo apunta al bombardeo aéreo y fuego de cañón que tuvo lugar en la zona.(2)(3)
Una lástima desconocer lo sucedido exactamente aquella noche del 11 pero llegará el día en el que lo sepamos; todo apunta al bombardeo aéreo y fuego de cañón que tuvo lugar en la zona.(2)(3)
Dedicado a mi familia política, los descendientes de este soldado que desde el voluntariado como corneta llegó a Comandante Militar de la isla de La Gomera, asunto que dejamos para otro momento.
1VERA MARRERO, Vicente Juan, “Vejota”, “Los Soldados de Infantería de Tenerife en Campaña” Pág. 157. Ediciones Idea, 2004
(2) <http://goo.gl/zy7s9Q>
(3) <http://goo.gl/3MeKrw>
(2) <http://goo.gl/zy7s9Q>
(3) <http://goo.gl/3MeKrw>







No hay comentarios:
Publicar un comentario