El Teniente de Regulares del Rgto. Larache núm.1, Juan Miguel de Castro Gutiérrez (1909-1936). Probablemente de maniobras en las proximidades de Tetuán. Copia restaurada. Colección familiar.
Hace escasamente dos meses que Francisco Sánchez Valiente, uno de los lectores del blog y al que agradezco especialmente su información, me proporcionó a través de su comentario, un enlace a un extraordinario artículo documental escrito desde Melilla por D. Manuel Villalba denominado “Un iznajeño en la guerra de Cuba y las campañas de Marruecos: D. Juan de Castro Gutiérrez (1878-1937)”, que narra la vida del padre del teniente y observador aéreo, Juan Miguel de Castro Gutiérrez, primer esposo de mi tía materna, Josefina de Luque García.
En el mismo, el autor realiza un detenido recorrido, a través de la hoja de servicio, por los aspectos familiares-genealógicos y de la importante trayectoria militar de su progenitor como combatiente en la guerra de Cuba en la que tomó parte en diversas acciones militares y por las que obtuvo varias condecoraciones, entre ellas, la cruz del mérito militar con distintivo rojo y la medalla de la campaña de Cuba 1895-1898. Su actividad militar seguirá posteriormente en las Campañas de Marruecos con otra intervención en el Monte Arruit.
Recomendando su lectura, ésta facilita ricos detalles familiares y especialmente castrenses; entre ellos su descendencia del Barón D. Juan de Castro Orgaz, juez de Iznajar (Córdoba) y de Dª Francisca Gutiérrez del Castillo, abuelos paternos de Juan Miguel. También su paso como profesor en la Academia de Infantería y en la Escuela Central de Tiro continuando con las comisiones de servicio que le llevaron a Francia e Inglaterra y posteriormente al norte de África entre 1921-24.
Finaliza su vida militar con el retiro forzoso en 1931, con el grado de Teniente Coronel, por decreto de la República, repasando el documento de referencia, su prolija actividad literaria e intelectual en la que escribió diversos folletos militares, piezas musicales y obras de zarzuela.
Una segunda publicación encontrada en google que dispone de vista previa, “En buena compañía: Estudios en honor de Luciano García Lorenzo”(1) dedica el capitulo “Entre Castros anda el juego” a descubrir esa faceta literaria de D. Juan de Castro y de su hermano Miguel, padre y tío paterno de Juan Miguel, a través de la tragicomedia “Las Mocedades del Cid”.
Fragmento del capitulo “Entre Castros anda el juego”
De regreso a la primera de las publicaciones citadas y según su autor, al inicio de la guerra civil los militares retirados, como el padre de nuestro protagonista, son obligados a pasar revista y presentarse, aún estando dispensado de hacerlo; se le recomendó no hacerlo aunque determinó lo contrario. Será apresado y conducido a la cárcel entre los días 4 y 23 de agosto de 1936 como sospechoso de ser monárquico o religioso.
Unos días antes, el 26 de julio, Felix Urtubi acabará con la vida de su hijo Juan Miguel en el trágico episodio aéreo que hemos descrito en otra de las entradas del blog. D. Juan de Castro permanecerá encarcelado hasta junio del 37, falleciendo dos días después de ser liberado a consecuencia de su mal estado de salud y a la larga enfermedad prostática que padecía, seguramente agravada durante su cautiverio.
Su familia fue perseguida y encarcelada y el domicilio familiar saqueado. Fernando, el hermano de Juan Miguel será ejecutado en Paracuellos del Jarama.
Concluye el documento con una referencia a su primogénito, Juan Miguel, del cual su sobrina afirma que Felix Urtubi Ercilla, el piloto del avión que aterrizará en Getafe después de ejecutarlo en pleno vuelo cuando cruzaban el estrecho de Gibraltar, era un hombre de su entera confianza y en propias palabras de De Castro Gutiérrez, “un amigo y con nadie podría cruzar el estrecho con más tranquilidad, que con este amigo”
Cabía por tanto la duda de una posible relación de camaradería y confianza entre ambos, aunque las opiniones al respecto parecían encontradas. Si fuese así, Urtubi supo mantener, con la frialdad necesaria, sus intenciones no manifestando fractura alguna en su presunta afable relación, esperando el momento oportuno para acabar con su vida pues sus ideales, muy respetables y que no entro a valorar, de mantenerse fiel a la República eran mucho más fuertes y evidentemente estaban por encima de cualquier relación personal.
Otros familiares, entre los que se encontraba su viuda, mi tía Josefina, cuarenta años después de aquel triste episodio cogió aire varias veces mientras nos contaba en familia cómo sucedió. Eramos niños y supo buscar las palabras adecuadas para no generar odio. No pestañeó, ni se le notó flaqueza alguna en su narración, aunque mantenía presente su impotencia y dolor a pesar de los años transcurridos. De sus serenas palabras intuyo que tal relación amistosa entre ambos, piloto y observador aéreo, nunca existió.
A la derecha el joven matrimonio de recién casados, Juan Miguel de Castro Gutiérrez y Josefina de Luque García, Probablemente su última fotografía juntos. Josefina ya está embarazada. Junio-Julio 1936.
Otras referencias:
1 ALVAREZ BARRIENTOS. CORNAGO BERNAL, Oscar. MADROÑAL DURAN, Abraham. MENÉNDEZ-ONRRUBIA, Carmen. 2009“En buena compañía: Estudios en honor de Luciano García Lorenzo”. SERRANO, Antonio. Capítulo “Entre Castros anda el juego Otra versión de las Mocedades del CID”. Consejo Superior de Inventigaciones Científicas[en línea] >https://goo.gl/R3h8KP> [15/05/2016]






Los apellidos del oficial de asesinado por Urtubi no era Juan Miguel de Castro Carra, en vez de Gutiérrez?
ResponderEliminarHola Fran. Disculpa la tardanza en contestarte. He tenido algún problema con los comentarios. Te aseguro que los apellidos del oficial eran "de Castro Gutiérrez", no hay ninguna duda. Este es un blog de historia familiar, la mía precisamente. Era el primer esposo de mi tía Josefina a la cual tuve la suerte de vivir algunos años con ella. Esta historia y su protagonista firman parte de los recuerdos familiares. A tu disposición y muchas gracias por tu comentario.
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